La primera capital de Brasil es también una de las más visitadas del país por turistas nacionales y extranjeros. Es una ciudad hermosa, llena de sitios históricos y con la gastronomía más marcante del país.

Tu itinerario en Salvador dependerá de cuánto tiempo estarás allí y del tipo de turismo que estés buscando. Aquí listamos algunas atracciones imperdibles:

El Centro Histórico

A los amantes de la historia les encantarán los edificios del centro histórico. En Pelourinho, los turistas pueden conocer a Brasil en sus tiempos coloniales: iglesias antiguas, casas coloniales, calles de piedra... Uno de los atractivos de la región es la misa en la iglesia Nossa Senhora do Rosário dos Pretos, donde la celebración se realiza con instrumentos de origen africano.

Cerca de Pelourinho se encuentra el Elevador Lacerda, que conecta la ciudad alta con la ciudad baja. Un boleto cuesta menos de R$1, porque es, en realidad, un medio de transporte de los trabajadores y no un punto turístico. Al llegar a la ciudad baja, se puede aprovechar el Mercado Modelo, donde hay puestos con artesanías y productos típicos. Además de restaurantes con vista a la Bahía de Todos os Santos.

Bonfim

Aunque no se encuentre en el Centro Histórico, la región de Bonfim está estrechamente vinculada al pasado colonial y esclavista de la ciudad. La Iglesia fue terminada en 1772, y en ella se atan las cintas de colores del Senhor de Bonfim.

Playas

Si lo que quieres es la playa, Salvador también está llena de opciones. En la zona norte de la ciudad, cerca del aeropuerto, Flamengo y Stella Mares son las más frecuentadas por los residentes.

No lejos de allí está Itapuã, que se hizo conocida por los versos del famoso cantante brasileño Vinícius de Moraes.

Hay una expresión muy conocida en Salvador, especialmente en el Carnaval, que es el circuito Barra-Ondina. Eso significa la ruta entre dos importantes playas que están en puntos opuestos: la Playa de Ondina, uno de los barrios más nobles de Salvador, que tiene una buena infraestructura con kioscos que venden bocadillos y bebidas; y la playa Farol da Barra, una de las postales de la capital.

En la región más central de Salvador también hay playas como Pituba, pero el mar es agitado y no muy recomendable para quienes no saben nadar. Los surfistas son los que más disfrutan de toda esta emoción.

¿Dónde quedarse?

Salvador es una ciudad muy grande y decidir dónde alojarse dependerá del tipo de itinerario que haya elegido. Básicamente el circuito hotelero se divide en 3:

1. La región norte, donde se encuentran las playas Stella Maris y Flamengo;
2. El Centro Histórico, muy lleno durante el día pero demasiado vacío por la noche;
3. Ondina-Rio Vermelho, donde la noche es muy animada, llena de bares y restaurantes.

¿Cuándo ir?

En Salvador, el sol brilla casi todo el año. En los meses de invierno entre julio y agosto, las lluvias son un poco más frecuentes. Sin embargo, es en verano cuando la ciudad se llena más. Si no quieres aglomeración y una multitud de turistas brasileños, es bueno elegir otro momento para visitar la capital de Bahía.

Los meses más vacíos con buen tiempo son marzo, abril, septiembre, octubre y noviembre.

¿Cómo llegar?

La forma más fácil de llegar a Salvador es en avión. Hay vuelos internacionales que llegan allí directamente, o se hace una conexión en São Paulo o Rio de Janeiro. El aeropuerto Deputado Luís Eduardo Magalhães es uno de los diez más transitados del país y tiene vuelos a unos 30 destinos con conexiones directas, entre nacionales e internacionales.

Con la inauguración del metro, la conexión entre el aeropuerto y el centro se hizo más fácil. Los autobuses gratuitos pasan cada 10 minutos hasta la estación del aeropuerto. Desde allí, simplemente debes tomar un metro hasta el centro, el viaje dura cerca de 30 minutos.